Reiki. Energía y Curación.

Quereis saber algo sobre el Reiki? Os dejo una pequeña muestra de este libro

"REIKI. ENERGÍA Y CURACIÓN"
Autor: Giancarlo Tarozzi

¿POR QUÉ UN LIBRO SOBRE EL REIKI?

Desde hace algunos años, el Reiki conoce un gran desarrollo en Occidente; pese a todo, el número de escritos sobre esta terapia es aún insuficiente. Han aparecido artículos en Europa y en Estados Unidos, pero en la mayor parte de los casos se trata de textos de carácter esencialmente práctico, destinados a quienes utilizan ya esta técnica.

En cuanto a nosotros, hemos decidido, por el contrario, inscribir el Reiki en un marco más amplio ligado a nuestra época actual, caracterizada por el descubrimiento (sería más preciso decir redescubrimiento) de técnicas naturales que, de modo general, el hombre conocía en otro tiempo, pero que luego ha rechazado o ignorado.

Definir el Reiki es extremadamente difícil, pues su esencia es inasible; sin embargo, se podría decir que se trata de un método que permite encontrar la armonía con lo que nos rodea, y que se caracteriza por la simplicidad y por la poca importancia que concede a las elucubraciones mentales.

Los orígenes del Reiki se pierden en la noche de los tiempos -se encuentran en sutras budistas muy antiguos- pero fue redescubierto a mediados del siglo pasado por un profesor japonés de teología, Mikao Usui. Esto es importante, ya que, dado que existen muy pocos escritos sobre la cuestión, se tiende a menudo a atribuir la paternidad del Reiki al mismo Usui, lo que coloca esta práctica en un contexto histórico y cultural bien preciso, y mucho más próximo a nosotros de lo que lo está en realidad.

En el Reiki, no hay ni dogmas, ni actos de fe, ni reglas inflexibles y absolutas; una vez se han abierto los canales por los que pasa la Energía (al final de una serie de ceremonias rituales), cualquiera está en condiciones de sacar de él lo que está dispuesto a recibir.

Para algunos, es un método de curación; para otros, una de las muchas formas de prepararse a experimentar un proceso de expansión interior, y de decidirse a aceptar las experiencias de la vida como lecciones de la Realidad; para otros aún (quizá), se trate de una profesión.

Quedan aquí planteados una serie de temas que abordaremos a lo largo de las páginas de este libro; sin embargo, hemos de decir que el Reiki no es nada de todo eso, y al mismo tiempo es un poco de todo eso, y muchas otras cosas además. Como toda forma de relación con la Energía, lo que cuenta ante todo es el uso que el Hombre quiere hacer de ella; la electricidad o la energía nuclear no son en sí mismas ni buenas ni malas, pero podemos convertirlas en un instrumento de vida o en un instrumento de muerte.

He ahí justamente el problema: la eficacia del Reiki. Probablemente será cada vez más conocido en los próximos años, y corre el riesgo de convertirse -como a menudo sucede- en un bien de consumo o en un símbolo social. Es por ello que nos parece importante decir claramente lo que implica la decisión de vivir este tipo de experiencia. Hemos dicho que la eficacia del Reiki es un problema, pues muchos deciden vivir esta experiencia símplemente por curiosidad, lo que equivale a decir que juegan con fuego.

No hablamos de quienes se someten a los tratamientos del Reiki: se puede afirmar que se trata de una técnica que reduce al mínimo el riesgo de amalgamar la energía del donante con la del receptor. En consecuencia, estimamos que se la puede aconsejar a cualquiera. Pensamos más bien en quienes deciden convertirse en canales activos, es decir, quienes se aprestan a recibir lo que se llaman las iniciaciones a los diferentes niveles.

No se plantea ningún problema si se aborda el Reiki considerándolo como parte integrante de un proceso personal de maduración interior, sobre todo si estamos dispùestos a vivir todas sus fases; en cierto modo, podría decirse que el Reiki es una especie de atajo que permite vivir en sucesión rápida diferentes experiencias interiores que exigirían si no, muchos años.

A este respecto, es preciso ser claros: las iniciaciones del Reiki, sobre todo más allá del primer nivel, entrañan una transformación energéticas e interior que acaba por ser guiada por la Realidad y no por nuestro ego; pero ello carece de importancia si lo anhelamos realmente, y si estamos dispuestos a volver a poner en tela de juicio todas las certidumbres que hemos adquirido hasta entonces, incluso las relativas al Reiki.

ACCIÓN DEL REIKI

El Reiki utiliza ritos de activación energética (las llamadas iniciaciones) y una serie de símbolos para canalizar y orientar la energía.
Esto no significa forzosamente que se trate del "buen rito" o del "buen símbolo" para obtener los resultados esperados: como cualquier forma de pensamiento, estos símbolos han devenido verdaderos arquetipos por haber sido repetidos de modo consciente y durante largo tiempo por un gran número de personas.

El espíritu humano tiene necesidad de alimentarse de preguntas sobre la autenticidad de este simbolismo: a un nivel no mental, en el que actua el Reiki, este tipo de problema carece enteramente de importancia. a fin de cuentas, la mayor parte de los símbolos y de los ritos sagrados basan toda su fuerza en su repetición constante en el tiempo por parte de quienes los utilizan.

En cualquier caso, el Reiki no es ni mejor ni peor que muchas otras técnicas que vuelven a hacer su aparición en este momento: símplemente, es útil a algunas personas que se sienten atraídas por este tipo de práctica. No hay más que una sola Verdad, mientras existen numerosas formas de alcanzarla, tantas como tipos de seres humanos; ninguna de estas vías es privilegiada. Lo importante es recordar siempre que se trata de un medio y no de un fin. Nunca hay que confundir la ruta con su destino; de otro modo, se corre el riesgo de perderse en un laberinto de formas mentales.

Es en este espíritu que os pedimos leer las páginas siguientes: os invitamos a emprender viaje hacia una región que quizás muchos de entre vosotros no conozcais. Sin embargo, esta obra quiere ser una especie de guía turística para permitiros, en primer lugar, comprender si deseais visitarlo, y para indicaros lo que hay de más importante una vez que hayais llegado a término.