Ante una situación difícil podemos plantarle cara, aceptar la realidad tal y como es y actuar para modificarla, o huir.
Preocuparse equivale, de hecho, a negar la realidad y huir. Preocuparse ofusca e impide actuar inteligentemente.
Preocuparte por algo que ya ha sucedido es totalmente inútil porque ya no puedes hacer nada más para cambiarlo. Al contrario, intentar mirar de frente a esta realidad y asumir las consecuencias te permite actuar lo mejor posible y, en su caso, reconducir la situación.
Preocuparte por el futuro equivale a esperar un desenlace negativo y, a fuerza de imaginarte una catástrofe, ésta acaba por ocurrir.
Antes de actuar hazte a la idea de que en el futuro te esperan acontecimientos felices. Así mantendrás la calma, la claridad y la energía de forma que, llegado el momento, puedas actuar de la mejor manera posible. Además, mientras tanto podrás sacar provecho de la vida en vez de malgastarla ahogándote en un vaso de agua.
Preocuparte por el momento presente es imposible, pues cuando estás inmerso en un verdadero peligro, actúas para salvar tu vida; no tienes tiempo para preocuparte.
Vive el momento presente; es tu estado natural, el estado en el que tu conciencia y tu capacidad de respuesta a las exigencias de la vida no están veladas por la actividad neurótica de la mente.
Esto no quiere decir que te burles de todo, simplemente, que hagas lo que hay que hacer en este momento para hacer frente a la realidad, curar el pasado y preparar un futuro lo más positivo posible.
Las técnicas del segundo grado del Sistema Usui de curación por el reiki permiten enviar reiki, es decir, la energía-conciencia positiva, a situaciones del pasado y del futuro; es tu oportunidad para curar los traumas del pasado, tu oportunidad para preparar un porvenir feliz.
Esto no quiere decir, ni mucho menos, que permanezcas indiferente ante los problemas del prójimo. O bien estás realmente dispuesto a hacerte fuerte para el que lo necesite, lo que quiere decir que pases a la acción y que hagas todo lo posible para ayudar; o bien te abandonas, para olvidar que has actuado con cobardía, tranquilizas tu conciencia preocupándote por ello. Así contarás a quien te quiera escuchar hasta qué punto estás inquieto por esa persona, pero preocuparte por alguien es subestimar su facultad de salir del problema; también es querer inmiscuirte en su vida, y en ambos casos es desearle el mal porque implica que tenemos que pensar en él enfrentándose a acontecimientos desdichados.
Pensar en alguien con amor y confianza es generar a su alrededor una atmósfera positiva capaz de atraer sucesos felices a su vida.
Para crear este campo de energía favorable, el Sistema Usui de curación por el reiki utiliza las técnicas de tratamiento a distancia y del tratamiento mental simultáneamente.
Preocuparte supone también, que crees que la existencia te ha abandonado o que está en contra de tí, supone que te niegas a ocupar el lugar que te corresponde en el inmenso océano de la vida, supone que niegas las pruebas que te envía.
La gota de agua se deja llevar por el océano, tiene confianza en él.
¿Has visto que una gota de agua se preocupe?
Valora lo que tienes y ruega al cielo para que nadie te lo quite.
Sólo hoy por hoy.
Mañana será otro día, hoy es demasiado pronto para preocuparse.
Las preocupaciones pueden engendrar:
Depresiones, temores, angustias, insomnios, problemas abdominales, falta de dinamismo, cáncer, enfermedades degenerativas, comportamientos inadecuados, pánico, rigidez, desórdenes psíquicos.
Chinta B. Strübin
Graciass señoo seguire su consejo (Y)
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